Contamos la historia de la muerte del Comandante Che Guevara desde el punto de vista de aquél que ejecutó la sentencia.
Un soldado boliviano, indígena, al servicio del poder.
Un hombre que ha escogido la profesión de soldado para escapar de la miseria.
Un hombre que, en su búsqueda por recuperar la dignidad y la nobleza que su pueblo parece haber perdido, equivoca el camino.
Este hombre se encuentra cara a cara con el Comandante. Como un fantasma, como un Dios o un Demonio, los sentimientos que se apoderan de él son contradictorios y cambiantes.
Lo ronda durante toda la noche, inevitablemente atraído por él, fascinado de algún modo.
Lo ama y lo detesta.
Siente su belleza y su pureza y busca al mismo tiempo las razones para odiarle, para mantenerse en su posición de enemigo.
Por momentos desearía salvarle, huir con él.
Parece faltarle el coraje. Hay que pagar un precio muy alto.
Le falta fe. Le falta convicción en que la lucha es justa, necesaria y profunda.
Un soldado boliviano, indígena, al servicio del poder.
Un hombre que ha escogido la profesión de soldado para escapar de la miseria.
Un hombre que, en su búsqueda por recuperar la dignidad y la nobleza que su pueblo parece haber perdido, equivoca el camino.
Este hombre se encuentra cara a cara con el Comandante. Como un fantasma, como un Dios o un Demonio, los sentimientos que se apoderan de él son contradictorios y cambiantes.
Lo ronda durante toda la noche, inevitablemente atraído por él, fascinado de algún modo.
Lo ama y lo detesta.
Siente su belleza y su pureza y busca al mismo tiempo las razones para odiarle, para mantenerse en su posición de enemigo.
Por momentos desearía salvarle, huir con él.
Parece faltarle el coraje. Hay que pagar un precio muy alto.
Le falta fe. Le falta convicción en que la lucha es justa, necesaria y profunda.
D. Lago Azqueta
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